Es un mito eso de que si los bebés no duermen de día, dormirán más de noche, así que asegúrate bien de cuidar mucho su descanso diurno. Si durante los 5 o 6 primeros meses has establecido unas rutinas, ya serás capaz de intuir a qué hora aproximadamente va a dormir tu peque, teniendo en cuenta que debemos ser flexibles y los días no van a ser matemáticos uno tras otro.
Normalmente, las siestas son irregulares o desastres, algunas largas, otras cortitas y… ¡es normal! Lo importante es que las realice. Esto se debe a que el sueño madura en los niños de manera gradual o secuencial, las noches de ajustan en primer lugar, luego se establecerá la primera siesta, se asienta la segunda y por último, la tercera. Te detallo a continuación los hábitos que debes tener en cuenta para que funcionen:
- Cumplir unos horarios y rutinas.
- No hacer más siestas de las que les corresponden por edad, ni menos.
- Busca su equilibrio entre signos de cansancio que te muestra y sus ventanas de sueño para ponerlo a dormir.
- Aunque pasen mala noche, no adelantar la primera siesta y comenzar el día entre 7 y 8 de la mañana.
- Si son más cortas de 45 minutos, hay que volverlos a dormir porque no han cumplido un ciclo de sueño y estarán cansados al no completar un mínimo descanso.
¿Qué dificultades encuentras tú con las siestas de tu peque? En el sueño no funciona lo mismo para todos, así que cuéntame qué te funciona ¡Charlemos!
Mónica Quesada
Asesora de sueño Infantil Certificada, Maestra y CEO de Dormir hasta la luna y volver
@Dormirhastalalunayvolver
