Educación elimina las recuperaciones finales en la ESO para este curso
Educación había dado una moratoria de un año a las comunidades pero el Consejo Escolar del Estado sostiene que es discriminatorio
Cambios inmediatos en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). El Ministerio de Educación eliminará este mismo año los exámenes de recuperación a final de curso para cumplir con el dictamen del Consejo Escolar de Estado y, por ello, no ofrecerá la moratoria de un año que había planteado a las comunidades.
La retirada de los exámenes de recuperación viene recogida en el futuro real decreto de Evaluación, Promoción y Titulación, que el Consejo de Ministros aprobará el próximo martes, según las fuentes ministeriales. Sin embargo, esta cuestión había generado controversia y varios consejeros autonómicos llegaron a plantear manteneros, al menos, durante este curso, para dar tiempo a replantear los programas educativos.
“La recomendación especial” del Consejo Escolar del Estado es de obligado cumplimiento y exige eliminar la disposición transitoria quinta, donde se preveía aplazar la eliminación de estas pruebas, han añadido las fuentes del ministerio a EFE. La argumentación se basa en que no puede haber diferentes criterios según qué territorio autonómico.
Estos exámenes se vienen realizando desde hace varios años en los meses de junio y julio en lugar de en septiembre
Los estudiantes de ESO pasarán ahora de curso cuando el profesorado considere que las asignaturas no superadas no les impiden seguir con éxito el curso siguiente y se estime que tienen expectativas favorables de recuperación. Así, obtendrán el título de ESO los alumnos que hayan adquirido, a juicio de los docentes, las competencias establecidas y alcanzado los objetivos de la etapa.
La medida no afecta a los alumnos de Bachillerato, que sí tendrán que realizar “una prueba extraordinaria de las materias no superadas en el curso en las fechas que determinen las administraciones educativas”.
Objetivo, reducir las repeticiones
La última ley educativa (Lomloe), conocida como ‘ley Celaá’ modifica de forma significativa cómo se regula la evaluación, la promoción y la titulación y concede una especial relevancia a la actuación colegiada del equipo docente, a quien se otorga la responsabilidad última de la decisión de pasar de cursos y obtener la titulación.
Así, se expone que la permanencia en un mismo curso debe ser algo excepcional que solo se podrá adoptar una vez durante la primaria y dos veces como máximo durante la enseñanza obligatoria.
En línea con la ‘ley Celaá’, el nuevo real decreto busca evitar la repetición, una cuestión en la que España triplica la tasa de la OCDE. En él se establece que las decisiones sobre promoción y evaluación de la ESO serán adoptadas colegiadamente por el equipo docente, sin que sea obligatorio realizar el examen de recuperación. Estipula asimismo que la evaluación en la ESO será “continua, formativa e integradora” y que cuando el progreso de un alumno no sea el adecuado, se establecerán medidas de refuerzo.