Viviendas adaptadas, ¿reto o necesidad?
Aumentan las solicitudes de valoración para la discapacidad pero ¿están nuestros hogares preparados para las personas con alguna discapacidad? ¿Cómo deben adaptarse? Nuestra experta inmobiliaria Ada González nos lo describe con todo lujo de detalles
En Canarias, en el mes de septiembre se presentaron 9.725 solicitudes de valoración para la discapacidad, podemos ver los datos exactos en el siguiente enlace http://www3.gobiernodecanarias.org/empleo/portal/web/observatorio/obecan/tematica/estadisticas/discapacidad/datosdiscapacidad. Existen diferentes tipos de discapacidad: físicas, psicológicas y sensoriales, lo que conlleva tener que adaptar nuestro entorno según las necesidades.
Encontrar una vivienda adaptada puede ser una labor frustrante, ya que las infraestructuras no están adaptadas. Una vivienda accesible o adaptada es aquella que no tiene barreras en su entorno, facilita a las personas con movilidad reducida y/o discapacidad puedan vivir con independencia. Veamos algunas características de cómo debe ser un hogar que cumpla con los requisitos para considerarse adaptado.
Cuando un cliente inicia la búsqueda de vivienda, siempre va conocer antes de la visita si ésta reúne los requisitos para considerarse accesible. Siempre hace click en el filtro de ascensor, es imprescindible, ya que no tenerlo dificulta la vida diaria. También es importante que dicho ascensor cumpla las medidas adecuadas para que quepa una silla de ruedas, es igualmente útil y además puntúa en positivo que llegue al garaje.
Las puertas deben tener un ancho de 80 cm, mejor si son correderas, y los pasillos 90 cm. Los baños tienen que permitir girar una silla de ruedas sobre sí misma y el plato ducha se convierte en el mejor aliado. Los espacios diáfanos en el salón, cocina y dormitorios, con suelos antideslizantes y de superficie lisa.
Para las personas con disminución visual severa, los estímulos del ambiente (sonidos, olores, sensaciones) son señales para orientarse en el espacio. Las viviendas, además de todo lo anterior, requieren de materiales y texturas adecuados con un lenguaje que ellos puedan interpretar, por ejemplo, cada espacio con una textura diferente (para saber en que lugar están), rampas y eliminar los desniveles bruscos.
La discapacidad auditiva impide captar los sonidos externos y responder a estímulos como el lenguaje, por lo que la vista se vuelve el sentido principal. Es importante tener en cuenta la iluminación, ya que de este modo la persona sorda podrá ver mejor las expresiones faciales, labios y los signos. El vídeoportero es imprescindible para identificar a las personas que visitan el hogar, los avisadores luminosos, vibran o emiten destellos y van adaptados a los aparatos domésticos, por ejemplo, se enciende la luz cuando suena el timbre de la puerta.
La planificación de viviendas universalmente accesibles está desempeñando un papel clave, la eliminación de barreras arquitectónicas ofrece numerosas ventajas en todos los ámbitos de la vida.
Vemos lo invisible
Ada González
Experta inmobiliaria
www.adagonzalez.es