La burbuja inmobiliaria se desinfla

Entramos en el último trimestre del año con la sensación perpleja de no haber cumplido ninguno de los propósitos. Un día, sentados frente al televisor, escuchamos que el mundo se paraba, que dejaba de girar para demostrarnos lo vulnerables que somos. Uno de esos proyectos que no se realizaron fue la compra de la primera vivienda.

Muchas personas se han visto afectadas por la incertidumbre laboral, los ERTES han salvado de manera superficial la economía de las familias y han sido un colchón donde los empresarios se han apoyado para mantener a flote los negocios todo lo posible. Creíamos que lo peor había pasado y paulatinamente comenzamos a recuperar la ficticia normalidad, pero descubrimos que ya nada era igual. Nos dimos cuenta que lo importante era seguir guardando los ahorros y que descapitalizarse y endeudarse no era la mejor decisión.

¿Qué se le puede decir a una persona que quiere comprar y tiene el dinero, pero le paraliza la inseguridad de no saber qué va a pasar?  Según datos del INE (https://www.ine.es/consul/serie.do?s=ETDP1801), la compraventa de vivienda en Canarias se situó en julio en 1.143 transacciones, lo que supone una bajada interanual del 45% en comparación al mismo mes en el 2019 (2.527 transacciones). 

La adquisición de una vivienda para convertirla en tu refugio, en el lugar donde planificas tener familia, es una de las decisiones más importantes en la vida de cualquier persona. Por tanto, nuestro deber es apoyarle, acompañarle en su decisión, nunca soltarle la mano, y cuando llegue el momento y decida comprar, estar cerca para facilitarle todas las gestiones posibles. Creemos que no darse prisa a la hora de comprar les puede beneficiar, ya que la previsión para los próximos meses es la mejora de precios.

Vemos lo invisible.

Ada González

Asesora Inmobiliaria

www.adagonzalez.es