La casa Winter en Cofete, entre el mito y la realidad
Al sur de Fuerteventura, en la llamada península de Jandía, circula desde hace décadas una leyenda con todos los ingredientes de una buena novela de espionaje y misterio: la de un supuesto agente secreto alemán que en los años 40 del siglo pasado mandó construir una mansión en el punto más recóndito de la isla
Su nombre era Gustav Winter. Este era un ingeniero que llegó al archipiélago canario desde Alemania para trabajar en la electrificación de Gran Canaria y Fuerteventura, donde terminó instalándose con su mujer y sus hijos.
El protagonista de esta historia nació en Zastler el 10 de mayo de 1893. En 1913 viajó a Argentina y a su vuelta en 1914, en plena I Guerra Mundial, los ingleses abordaron el barco en el que viajaba en el Canal de La Mancha. Lo detuvieron y recluyeron en un barco-prisión anclado en Portsmouth de donde logró evadirse.
Establecido en la supuesta España neutral, trabajó en Vigo y Tarragona y puso en marcha varios proyectos de centrales termoeléctricas en Murcia, Tomelloso, Valencia, Zaragoza y Madrid. Posteriormente se traslada a Las Palmas de Gran Canaria, donde entre 1924 y 1928 pone en funcionamiento la Compañía Insular Canaria Colonial de Electricidad y Riego y su central eléctrica “Alfonso XIII” en el barrio de Guanarteme (la popular CICER), inaugurada ese último año por el mismísimo dictador Primo de Rivera.
(La CICER del Ingeniero Gustav Winter)
La leyenda de la mansión Winter se inicia cuando el ingeniero alemán mandó edificar una gran casa en medio de un terraplén de una de las playas más solitarias de la isla.
Aún impresiona ver los restos de la construcción en medio de la nada. Frente a ella surge la inevitable pregunta sobre cómo pudo construirse en una época en que las piedras debían ser transportadas en burro por una carretera que aún hoy ofrece dificultades para el tránsito de un todo terreno.
Las leyendas populares comentan que fue construida para servir de residencia a altos cargos alemanes, como trampolín de Hitler hacia América, o para el abastecimiento de submarinos. Junto a esas supuestas finalidades también hay gente que cree que la mansión está llena de pasadizos secretos.
(Revista alemana que lo vincula con uno de los lideres nazis)
¿Qué hay de verdad o de leyenda en esas historias?
La primera verdad indudable es que la denominada “casa Winter” fue construida en el año 1946, un año después de la finalización de la II Guerra Mundial, lo cual desacredita gran parte de los mitos que se han escrito sobre ella.
La segunda es que hay fuertes sospechas sobre la vinculación de su propietario con los servicios secretos nazis.
En octubre de 1947 los aliados presentaron al Ministerio de Asuntos Exteriores español una lista en la que figuraban los nombres, direcciones y actividades de 104 agentes alemanes que habían trabajado durante la guerra y permanecían en España sin ser molestados. Los aliados reclamaban al gobierno de Franco que fuesen detenidos y repatriados. En esa lista figuraba Gustav Winter con el siguiente texto:
“WINTER, Gustav
Calle de la Brisa, 4 Tenerife, o Atlántica Comercial S.A., Jandía, Islas Canarias.
Agente alemán en las Islas Canarias, estuvo a cargo de los puestos de observación equipados con W/T (telefonía sin hilos). Fue responsable del suministro de los U-Boats.”
(La lista negra: los espías nazis protegidos por Franco y la Iglesia – Ediciones Aguilar 2003 – José María Irujo)
Además, en el año 1971 la revista alemana “Der Sterm” afirmó que Gustav Winter era un agente de Hermann Goring, segundo hombre fuerte del tercer Reich, con la misión de crear una base logística en la isla con la complicidad de Franco.
Por su parte, los descendientes de Gustav Winter siempre han defendido la figura de su patriarca, negando toda relación de este con el nazismo.
La polémica está servida.
Juan Carlos Saavedra
Escritor, investigador y divulgador de la cultura canaria
http://www.juancarlossaavedra.com