Nutrición y sistema inmune: lo que comemos impacta directamente en nuestras defensas

¡Hola a todos! Somos Suso Valcárcel y Flor Fernández y te damos la bienvenida a este espacio, donde compartiremos contigo curiosidades y consejos sobre nutrición consciente. Nos encantaría despertar en ti las ganas de adentrarte en este maravilloso mundo de la salud integral.

¿Sabías que la eficacia de nuestro sistema inmunitario depende directamente del estado de nuestros intestinos y de una microbiota equilibrada?

El sistema inmunitario es la defensa natural de nuestro organismo. Las células inmunes se originan en su mayor parte en el intestino, gracias a la eficiencia de nuestra microbiota intestinal, por eso es tan importante mantenerla sana y equilibrada, ya que de ello depende la efectividad de nuestra respuesta inmunitaria.

¿Y qué es la microbiota y por qué se le da tanto bombo últimamente?

La microbiota es un pequeño universo de virus, bacterias, arqueas, hongos, levaduras y millones de microorganismos que conviven con nosotros en simbiosis en condiciones normales, encargándose de regular muchas de las funciones vitales de nuestro organismo.

El problema surge cuando las concentraciones de estos microorganismos se ven alteradas, ya que podrán originarse diferentes problemas de salud.

En particular, vamos a centrarnos en la microbiota intestinal, que es la principal reguladora de nuestro sistema inmune. Entre sus funciones principales, encontramos que nos provee de nutrientes esenciales y combate la infección por agentes patógenos. Es decir, se encarga de entrenar nuestras defensas, potenciando nuestra capacidad desintoxicativa, nutriéndonos y manteniendo la salud y la homeostasis. ¿Entiendes ahora por qué es tan importante mantener sanos nuestros intestinos?

Te contamos ahora algunos de los problemas que se generan en nuestro organismo al tener una microbiota desequilibrada (en disbiosis o disbiótica), debido a factores como la alimentación, el estrés, el consumo de antibióticos o los hábitos de vida insanos:

• Molestias digestivas: diarrea, hinchazón, estreñimiento, gases, malabsorción de nutrientes, déficit de vitamina B12, diverticulitis, colon irritable, etc.
• Problemas para regular el peso.
• Obesidad.
• Alergias.
• Inflamación articular.
• Dolor muscular.
• Trastornos cutáneos: eczema, acné, prurito.
• Cefaleas - migrañas.
• Fatigas crónicas.
• Dificultad para conciliar el sueño.
• Irritabilidad.
• Depresión.
• Problemas de atención.
• Etc…

Es importante que comprendas lo trascendental de mantener unos intestinos sanos. Un buen programa de salud debería comenzar por un plan que permita a tu microbiota recuperar el equilibrio perdido.

¿Y qué tiene que ver la alimentación con todo lo que te acabamos de contar?

¡Pues tiene todo que ver! Con una buena alimentación se crean las condiciones idóneas para que nuestra microbiota esté en armonía y tus intestinos funcionen correctamente. Realizar pequeños ajustes en tu dieta dará pie a que tus microbios se nutran correctamente y se mantengan en equilibrio, fortaleciendo tu sistema inmunitario.

Al acercarnos a una alimentación lo más natural y variada posible, de baja carga digestiva y alto valor nutricional, aumentará nuestra energía vital y potenciará nuestras defensas. Cuanto más liviana sea la digestión, mayor energía disponible tendremos para otras funciones vitales.

Iremos hablando más profundamente sobre la alimentación consciente, energética, antiinflamatoria, reguladora de nuestra microbiota y por tanto potenciadora de nuestro sistema inmunitario y reguladora de múltiples funciones vitales, en los próximos artículos.

 

Suso Valcárcel y Flor Fernández

Coaches de salud integral, expertos en nutrición natural y consciente
Fundadores de Hygemon y del programa C.I.S.E.

www.hygemon.com