Conservación de los alimentos: minimizando la pérdida de nutrientes
Debido al estilo de vida que llevamos, muchas veces recurrimos a las conservas de alimentos con el objetivo de ahorrar tiempo y dinero. Queremos contarte aquí algunos detalles a tener en cuenta para que tus elecciones sigan siendo saludables
Las conservas son una manera muy cómoda de tener alimentos en casa y además, nos ahorra el tiempo de ir a comprar cada día. Pero es importante tener en cuenta algunos aspectos sobre cómo y con qué ingredientes se realizan estas conservas, para que sigas priorizando la calidad de lo que consumes.
Comenzaremos por hablarte de la desecación, ya que la pérdida de nutrientes que se produce con este método es relativamente pequeña. Puede realizarse al sol y de forma totalmente natural y también exponiendo los alimentos en un horno con una temperatura similar a la del sol cálido de verano (sobre unos 30ºC-35ºC).
Sea al sol o sea con un horno a bajas temperaturas, la desecación es la forma más sana de conservar los alimentos, ya que se mantienen en gran parte las vitaminas, minerales y oligoelementos.
Por otro lado, al almacenar alimentos en casa, es importante hacerlo fuera del contacto directo con la luz solar, porque aún a pesar de estar bien conservados, los alimentos pueden alterarse.
Por ejemplo, las vitaminas son fotosensibles y el alimento puede perder cantidades importantes de éstas (especialmente la vitamina C y las vitaminas del complejo B). También pueden producirse alteraciones en los ácidos grasos, llevando consigo un proceso de enranciamiento.
Además, es preciso tener especial cuidado con las conservas industriales, aquellas que compramos a diario en los supermercados. Te invitamos a leer muy bien las etiquetas, ya que normalmente vienen con azúcar blanca o sal refinada añadidas porque son unos conservantes estupendos, pero recuerda que su consumo está reñido con nuestra salud.
También es preciso distinguir qué aditivos y conservantes se le agregan a estas conservas, ya que muchos resultan dañinos. Y sí, ya sabemos que estarás pensando que la cantidad de azúcar, sal o el conservante que se le agrega no es demasiada, ¡pero atención! Pequeñas cantidades a diario de algo que nos hace daño termina siendo tóxico para nuestro organismo.
Te invitamos a tener especial cuidado también con los alimentos irradiados. En ocasiones, para “conservar mejor” los alimentos, se los somete a un proceso altamente tóxico como las radiaciones ionizantes.
Cuando hablamos de salud, las conservas a las que nos referimos son las de frutas y verduras, y especialmente a aquellas que se hacen artesanalmente.
Si vas a hacer conservas de frutas y verduras en casa, lo ideal es colocarlas en tarros de cristal, sin añadir ningún conservante (ni azúcar ni sal ni ningún otro), y almacenarlos a oscuras.
Sería estupendo encontrar el tiempo necesario para comprar alimentos frescos cada día y recurrir a las conservas solamente en ciertas ocasiones. Pero como sabemos que a veces esto resulta muy difícil de conseguir, te animamos a fijarte muy bien en los ingredientes que contienen y a realizar tú mismo las conservas en casa siempre que puedas.
Nuestra intención a través de estos artículos semanales es que consigas disfrutar de tus comidas de una manera plena, consciente y sobre todo, nutritiva y saludable.
Suso Valcárcel y Flor Fernández
Coaches de salud integral, expertos en nutrición natural y consciente
Fundadores de Hygemon y del programa C.I.S.E.